Este servicio pretende reducir el impacto de la enfermedad en el paciente y su familia, con el objetivo de mantener su autonomía y calidad de vida.
Desde la unidad, realizamos un abordaje multidisciplinar, farmacológico y rehabilitador del paciente para preservar y mejorar su funcionamiento cognitivo, enlentecer el proceso de deterioro y mejorar los aspectos conductuales, atendiendo al binomio paciente-familia/a en todas las etapas de la enfermedad.
Se trata de recursos de menor supervisión (atención profesional es reducida, con carácter de supervisión de lunes a domingo en jornada diurna) donde los usuarios residentes deben tener adquiridas ciertas habilidades sociales e instrumentales previas al ingreso, que le capaciten suficientemente para un modelo de vida que requiere de mayores grados de autonomía.
La atención al paciente y su familia es continua a lo largo de las diferentes fases de la enfermedad potenciando en todo momento la autonomía, el mantenimiento de capacidades y el acompañamiento emocional.
